Este procedimiento es útil cuando los dientes anteriores presentan algún tipo de destrucción, por caries o traumatismo, o por razones estéticas para corregir problemas de color o posición. Consiste en realizar un mínimo o nulo desgaste de la pieza dentaria, tomar una impresión que se envía al laboratorio, que es el que fabrica las piezas, y aproximadamente una semana después cementar estas carillas en los dientes. El resultado estético es muy bueno y con poco sacrificio del tejido dentario. Es necesario tener cuidados especiales para asegurar la longevidad de estas restauraciones.